Primera colaboración de Javi Ramírez para nuestro blog que se inicia con una entrevista a un brillante ex jugador del CD San Fernando: Juan Carrasco.
Carrasco posa para Fueron Azulinos con sus nietos
Pocas personas hay como Juan Carrasco García (Jauja, 1952)
para conversar sobre fútbol, sus protagonistas y sus vivencias. A pesar de sus 68
años Juan, que desde muy pequeño se vino a vivir a San Fernando y se considera
isleño sin renunciar a sus raíces cordobesas, se mantiene en un excelente
estado físico, y conserva todavía un porte como si fuera a enfilar el túnel de
los vestuarios de cualquiera de los numerosos campos de fútbol que ha visitado
a lo largo de su vida deportiva.
Hablar de fútbol con él supone empaparse de la historia del
fútbol isleño de finales de los 60 y comienzos de los 70. Su maravillosa
memoria le permite recordar nombres de prácticamente todos sus compañeros, por
muy breve que fuera el tiempo en el que coincidieron, y no solo eso, sino que
recuerda multitud anécdotas y vivencias que comparte con nosotros durante la
entrevista.
Comenzamos nuestra charla preguntándole por su debut oficial
con la camiseta del primer equipo del CD San Fernando. Nos cuenta que él era
estudiante del colegio del Liceo, formaba parte del juvenil del CD San Fernando,
y que una semana de enero de 1969, tras el partidillo del jueves, el míster del
primer equipo (Fernando Guillamón) le anunció que el siguiente domingo viajaría
con ellos a jugar contra el Marbella.
Juan nos cuenta que “desde ese día y hasta el del
partido, apenas pude dormir, con una ilusión tremenda ante la posibilidad de
debutar con el primer equipo de mi ciudad, que era la ilusión de todos los
chavales de San Fernando en aquella época”, como así fue en un partido disputado
en Marbella y que terminó con derrota azulina (2-0). Esa temporada continuó con
el juvenil y ya no participó más con el primer equipo, pero la temporada
siguiente ya pasó a ser un miembro más de la primera plantilla.
En la pretemporada con los compañeros del CD San Fernando
Hasta llegar a ese momento Juan nos cuenta que desde muy
pequeño había estado siempre jugando a la pelota, en la calle, que es donde
todos empezaban entonces, y más concretamente en el barrio de las Callejuelas
que es donde vivía junto a sus padres y hermanos. Ya en esa época tenía como
ídolos a futbolistas como Mariano o Cantón, sin saber que luego incluso
llegaría a compartir vestuario con ellos.
Desde esos partidos improvisados en la calle, pasó a formar
parte del equipo del Liceo y fue jugando con ellos cuando algún ojeador de los
muchos que por entonces colaboraban con el San Fernando, se fijó en él y
decidió inmediatamente ficharlo para el juvenil azulino. Según el confiesa Juan
“fue precisamente en la tienda que mi padre regentaba en el barrio de
Sacramento, donde se firmaron los documentos que formalizaron mi ingreso en el
Club Deportivo, como integrante del equipo juvenil”.
Ya desde sus inicios en esa categoría Juan comienza a
despuntar como defensa por su rapidez, colocación y juego aéreo, incluso en la
faceta goleadora, hasta el punto de que fueron varios los equipos importantes
que se fijaron en él para ficharlo. Sin embargo, en aquella época, la normativa
del derecho de retención hacía muy difícil que ningún jugador menor de 21 años
saliera de su club de origen, si es que quería jugar con ficha profesional. Las
cantidades que el San Fernando exigía por su salida impidieron que equipos como
Córdoba CF (entonces en Primera División), Sevilla FC o Valencia CF se hicieran
con sus servicios.
Otra imagen de nuestro entrevistado con la camiseta azulina, justo en el centro de la fila de arriba.
Para Juan, su fichaje frustrado por el Córdoba, que
entonces entrenaba Kubala, “fue uno de los que más me dolió pues de haber fichado
podría haber iniciado los estudios de veterinaria, lo que por entonces era mi
vocación”. A pesar de ello insiste en que “no me arrepiento de no haber
podido seguir ligado al fútbol profesional pues mi posterior carrera como
policía me ha reportado muchas satisfacciones”
Nos comenta como nota curiosa que, “a pesar de ser
diestro, aprendí a golpear también con la izquierda, y que fue gracias a José
Luis Riera, entrenador que me emparejó en defensa con Manolín Meca, que era
zurdo cerrado, y que nos ponía a entrenar pasándonos el balón controlando con
la buena y golpeando con la mala, y viceversa”.
Los que lo vieron jugar hablan de Juan Carrasco como un
defensa potente, con un salto impresionante, muy rápido y expeditivo, y que era
el elegido cuando había que marcar de manera especial al mejor delantero rival.
Él mismo, cuando le preguntamos qué futbolista contemporáneo tiene
características parecidas a las suyas, alude a Carles Puyol. Y realmente fue
así pues todos a quienes preguntamos por su fútbol nos destacan la garra que
Juan le ponía en cada partido, y como se partía literalmente la cara, pues de
hecho una de las pocas lesiones sufridas nos cuenta la tuvo jugando en
Algeciras al despejar en plancha un balón a punto de ser rematado por un rival,
impactando la patada de este en su cabeza, lo que le provocó la pérdida del
conocimiento en esa jugada. A pesar de ello, durante su etapa como jugador
apenas tuvo lesiones de importancia.
Considera Carrasco que “mi mejor temporada a nivel
personal fue la 72/73 en la que curiosamente vestí dos camisetas: en la primera
vuelta, la del Écija Balompié donde mis grandes actuaciones incluso me llevaron
a ser uno de los ídolos de la afición que hasta mee compuso una canción (“la
canción del bigote”); en la segunda parte del campeonato, la llegada de Ben
Barek al banquillo del CD San Fernando hizo que rápidamente reclamara mi
presencia en el equipo y, por tanto, pasé a competir con el Club Deportivo en
la segunda vuelta. Ese año recuerdo que jugué todos los partidos”.
De su etapa en el San Fernando destaca nombres como los de
Mariano, Pepín, Cantón o Alías. De Pepe Cantón, recuerda sobre todo cómo le
aconsejaba y le enseñaba, y de Mariano Ayán, Juan no duda en reconocer que es
el mejor futbolista que ha nacido en La Isla, con una clase y una técnica
descomunal. Como referente de su época y siendo madridista como es, Juan nos
destaca a José Miguel Martínez “Pirri” tanto como futbolista como por su forma
de ser. De los entrenadores que tuvo,
destaca “al difunto Paco Bulpe, porque fue mi primer entrenador en la etapa
juvenil, por todo lo que me inculcó y lo que me enseñó, a mí y tantos otros
jóvenes isleños que pasamos por su equipo”.
Y recuerda con cariño de su etapa como futbolista a todos
aquellos directivos y colaboradores que desinteresadamente participaban en la
gestión del Club Deportivo, en especial a Manolo Parodi, que desde su oficina
en el Cuartel de Instrucción de Marinería, realizó un labor impagable
permitiendo que multitud de grandes futbolistas que llegaban a la Isla para
cumplir el servicio militar ficharan por el CD San Fernando, contribuyendo de
esta forma a que el club tuviera siempre en sus filas a varios de las mejores
promesas e incluso jugadores consagrados del fútbol nacional. El San Fernando era
el primero que podía “elegir” a los posibles candidatos.
En cuanto su relación con sus antiguos compañeros, Juan nos
comenta que “yo fui el artífice de que empezáramos a reunirnos antiguos
futbolistas del CD San Fernando, una vez al mes, en el bar que por entonces
regentaba Pepe Cantón y eso me ha permitido guardar muy buena relación con
todos los que en algún momento han vestido la camiseta azulina”. Más allá
de esto, Juan no puede disimular su cariño y aprecio por Mariano, Pepín y los
tristemente fallecidos Cantón y Alías. Ha seguido jugando al fútbol hasta los
66 años, en partidos junto a otros veteranos, muchos de ellos mucho más jóvenes
que él.
Nos cuenta que presidió la asociación de veteranos del CD
San Fernando hasta 2017, aunque confiesa que actualmente no tiene ninguna
relación con el Club. Lamenta que durante todo el tiempo en el que estuvo al
frente de los veteranos, no fructificara la idea de que desde el Club hubiera
un directivo o un departamento que mantuviera un contacto permanente con los
veteranos, algo que sí existe en otros clubes de la zona.
Desde su retirada ha ido en varias ocasiones a ver al San
Fernando, aunque “no muchas y especialmente poco después de mi retirada, por
aquello de ver a algún antiguo compañero que todavía estaba en activo o cuando
ha estado en el banquillo mi amigo Juan Antonio Sánchez Franzón”
A pesar de todas esas vivencias en el CDSF no podemos dejar
de lado que el mayor éxito de su carrera deportiva es el haber formado parte de
la Selección Española Juvenil. Nos confiesa así que el mejor momento de su
carrera deportiva coincide con su primera convocatoria con dicho combinado, lo
que le permitió coincidir con grandes futbolistas pertenecientes a canteras de
los mejores clubes de España. Juan comenta la sorpresa que le causó a los
periodistas del As y del Marca la presencia entre tantos canteranos del Madrid,
Barcelona o Atlético, de un chaval perteneciente a un equipo, que por entonces
militaba en la Regional. De su etapa como internacional juvenil destaca el
haber podido jugar con futbolistas como Solsona o Santillana. Y, de hecho, en
los distintos campeonatos regionales juveniles pudo enfrentarse a jugadores
como el mítico Juan Gómez “Juanito” o a Vicente del Bosque.
Juan Carrasco con la camiseta de la selección española
El peor momento vivido como futbolista para él fue “sin
duda, el fallecimiento de mi padre, lo que me obligó a dejar mis estudios para
poder ayudar a sacar adelante el negocio familiar, algo que con mucho esfuerzo se
pudo conseguir junto al resto de mi familia”.
La trayectoria como futbolista de Juan terminó mucho antes
de lo previsto y por un motivo muy poco usual en esas fechas. Había sido un
excelente estudiante y había vivido de cerca los sacrificios que suponían sacar
adelante el modesto negocio familiar, y también había visto como se frustraba
su traspaso al fútbol profesional. Ante esto, y gracias a la propuesta de un
amigo, decidió presentarse a las oposiciones para Policía Nacional, que superó
a la primera, lo que le llevó a convertirse, con solo 22 años en Inspector de
Policía, abandonando así la práctica activa del fútbol.
Aun así, su último año como futbolista no fue en el equipo
azulino, sino en el Balón de Cádiz. Juan achaca su salida del club a la llegada
del entrenador Diego Mendoza, que no contaba con él. Estando en el Balón y a
falta de un partido para terminar la liga fue cuando aprobó su oposición y
colgó definitivamente las botas.
De todos los estadios en los que ha jugado tanto como
futbolista del San Fernando, como en las selecciones andaluza y española
juvenil destaca el Sánchez Pizjuán, San Mamés, el Insular de Las Palmas de Gran
Canaria, el Benito Villamarín, el Heliodoro Rodríguez de Tenerife e incluso el
José Alvalade de Lisboa. En este último estadio cuenta Juan tuvo el rival que
más le hizo sufrir: “un fornido portugués llamado Nando, que la prensa local
ensalzaba como el sucesor de Eusebio, aunque luego no llegó a triunfar”.
Del fútbol de antes, comenta muchas vivencias y destaca sus
diferencias con el actual: el ambiente en los campos, ya que, al no haber
apenas fútbol televisado, todos los aficionados iban a ver al equipo de su
localidad, jugara en la categoría que jugara. Esto propiciaba que hubiera mucho
ambiente y la presión fuera importante. Recuerda muchas anécdotas como aquella
vez en Hellín en la que Silva I “El Papa” fue expulsado y de camino a
vestuarios varios aficionados locales le esperaban para agredirle; el isleño,
precavido, se quitó una bota y escondido le pegó en la cabeza al primero que
vino, que resultó ser nada menos el alcalde local, lo que le supuso visitar las
dependencias de la Guardia Civil. Otra
diferencia fundamental era el terreno de juego: “los futbolistas isleños éramos
en cierto modo privilegiados por poder disputar nuestros partidos en césped,
pero muchos de los campos de Tercera y la mayoría de los de Regional eran de
albero”
Del fútbol actual destaca el nivel físico de los jugadores,
incomparable al de sus tiempos, el cambio de sistemas, y el cuidado que tienen
los futbolistas. Antiguamente, nos recuerda Juan “casi todos fumábamos”
aunque eso sí, recalca que “el único alcohol que tomábamos era la cañita de
cerveza que tomábamos junto a una tapa los fines de semana”. Del tema del
tabaco tiene una anécdota curiosa con el gran Mariano Ayán, que solía calentar
antes de los partidos mientras se fumaba un cigarrillo, que dejaba apoyado en
el pasillo de acceso a vestuarios, y al que daba una calada entre carrera y
carrera.
Concretamente y en relación al presente del CD San Fernando,
echa en falta la presencia de más isleños en el primer equipo del San Fernando,
a pesar de la extensa cantera que tiene ahora el club.
“El fútbol antes era más divertido de ver y de jugar,
porque había más ocasiones, el juego era más igualado”, señala Juan, que no
duda en reconocer a Messi como el mejor futbolista actual y del que ve muy
difícil vuelva a aparecer otro futbolista igual en el futuro.
Y así nos sigue hablando de fútbol, de antiguos compañeros,
de anécdotas, algunas imposibles de reproducir aquí, y ponemos fin a esta
agradable charla con un hombre que puede presumir de haber llevado gracias al
fútbol el nombre de La Isla por muchos puntos de nuestra geografía e incluso
fuera de ella, y que a pesar de ello no se arrepiente de haber tenido una breve
carrera deportiva porque la que inició después como profesional de la Policía
fue incluso más fructífera, como demuestra el masivo homenaje que las fuerzas
vivas de la ciudad le tributaron hace unos años cuando se jubiló.
POR JAVI RAMÍREZ PARA FUERON AZULINOS
Fuentes de las imágenes: cedidas por el entrevistado.