jueves, 30 de abril de 2009

Mendi, tres generaciones de azulinos

Andrés Mendi es el jugador que más temporadas seguidas ha jugado en el CD San Fernando.
ANTONIO GUTIÉRREZ / ANTONIO MARÍN / ANDRÉS GARCÍA CHICLANA A la hora de elegir el siguiente jugador que protagonizaría nuestro reportaje pensamos en qué jugador de la historia reciente sería el más representativo de nuestro club y sin duda nos vino un nombre a la mente: Mendi . Para los que empezamos a seguir al San Fernando a principios de los años 80 el malagueño isleño de adopción es el jugador del club, el que temporada tras temporada seguía en la plantilla y era como un buque insignia de la misma.

Quedamos con él en un importante lugar para el fútbol isleño como el antiguo campo de la Bazán donde actualmente trabaja como responsable del mantenimiento de las instalaciones . Andrés Flores Muriel no acude solo pues le acompaña su hermano Alfonso, Oncho para los amigos, que también fue jugador isleño. Pero el nombre Mendi asociado al CD San Fernando empieza en 1956, año en el que un delantero malagueño procedente del CD Antequerano firma por el equipo de Madariaga. Rafael Flores Pérez llegó con el apodo futbolístico de Mendi , nombre que procedía de su padre que era estibador en el puerto de la capital mediterránea. Al parecer trabajaba en un barco vasco llamado con ese nombre y de ahí se le quedó el apodo. Cuatro temporadas jugaría en el CD San Fernando que fueron suficientes para que encontrara el amor en una isleña y muchas amistades lo que hizo que al cabo de los años volviera a nuestra ciudad para afincarse definitivamente. Tras jugar en el San Fernando Rafael Mendi jugó en el club de su ciudad natal debutando con el equipo blanquiazul en Primera, más tarde jugó en el Atlético Ceuta junto a otro histórico azulino: Ayala y terminó volviendo donde se había sentido querido y donde su descendencia ha echado raíces. Y bien que las echó en el club azulino pues con el paso de los años sus dos hijos jugarían en el club de Madariaga.

El primogénito Andrés empezó jugando en el Hércules de San Fernando y posteriormente en el Gayro, histórico equipo donde despuntó como delantero y al llegarle el servicio militar como muchos isleños se quedó en su localidad y siguió jugando el Cuartel de Instrucción, en el equipo verderón jugó pocos partidos pues Manolo Parodi consiguió que fuera al CD San Fernando. El equipo de la Junta de Deportes era un vivero al que llegaban jóvenes destacados de muchos equipos, así por ejemplo jugó allí con el portero madrileño Jaro . La primera temporada que Andrés pertenece al equipo azulino es la 81-82 con el asturiano Moncho en el banquillo y estando el club en sus últimas temporadas en Segunda B. Esta temporada solo entrena con el primer equipo pues a Mendi , que había evolucionado de delantero a lateral de derecho, hombres como Puertas, Rafa o Calle le cierran el paso. Al año siguiente, último en la categoría de bronce y con Adolfo Bolea en el banquillo, nuestro hombre empieza a hacerse un hueco en el equipo y la temporada 83-84 ya es uno de los pilares del equipo. Esa temporada el San Fernando jugó en Preferente compartiendo categoría con el Cuartel de Instrucción y terminó ascendiendo en Carranza. A partir de ahí el equipo azulino vuelve a Tercera e intenta denodadamente volver a Segunda B y solo roza el ascenso en la 87-88 de la mano de Juan Antonio que había debutado pocos años antes en el banquillo. Mendi se mantuvo en la plantilla siendo el dueño fijo del lateral derecho hasta la temporada 91-92, es decir diez temporadas después de su ingreso. Con la llegada de Francisco Ruiz Brenes se prescindió de él y llegaron un buen número de jugadores veteranos pese a que Mendi se encontraba en perfectas condiciones para seguir jugando. El ex jugador recuerda con enfado su marcha del club por la política del ex portero sevillista pero puede decir que consiguió ser uno de los pocos jugadores de las últimas décadas que recibió un partido homenaje por parte del club. Hasta aquí llega su etapa en el San Fernando y juega un año más en el Conil donde tiene un buen contrato y es tratado como una estrella, recuerda que lo llamaban allí carrilero Mendi . Finalmente se retiró y empezó su nueva etapa al margen del fútbol pero ligado indirectamente en el Patronato de Deportes del ayuntamiento isleño.


Si el historial de Mendi II es largo en duración pero corto en equipos el de su hermano Alfonso ( Mendi III ) es quizás más corto en tiempo pero más extenso en equipos pues el menor de los hermanos se formó en otro equipo histórico de la cantera isleña: el Nazaret y de ahí fue fichado para el San Fernando infantil. Curiosamente ambos hermanos se parecen físicamente pero son diferentes en cuanto al carácter, Andrés puro nervio igual que lo era en el campo y Alfonso más tranquilo pero los dos de trato fácil y bastante llanos. De la misma manera son diferentes en otras cosas pues Andrés conserva muchas fotos de su historial como futbolista y de su boca afloran las anécdotas mientras que Alfonso reconoce no guardar nada e incluso se sorprende al verse en algunas fotos. Su memoria también es más débil pues no acierta a recordar las temporadas exactas que jugó en cada equipo aunque nos relata que tras jugar en el San Fernando infantil pasó al juvenil, todo esto a finales de los 80. En el juvenil tuvo a Antonio Belmaño de entrenador, fue cedido al Bazán de Manolo Castro donde jugó medio año ya que fue reclamado por el San Fernando que entrenaba ¡¿Quién si no?! Juan Antonio. Posteriormente fue fichado el Atlético Malagueño coincidiendo con los últimos años de vida del extinto CD Málaga por lo que sus compañeros en el nodriza blanquiazul serían los que más tarde compondrían el nuevo Málaga CF como por ejemplo Bravo, Roa, Pepelu , Burgos, Padilla, Berruezo –hijo de otro ex futbolista- o el nefasto Basti u Olías que triunfaría más tarde en el Betis de Serra Ferrer. Décadas después un Mendi volvía a vestir los colores de un equipo del Málaga. Pudo ir al Antequerano pero su fichaje se frustró y volvió a la provincia dos años después para jugar en el Jerez Industrial otros dos años, luego jugó en el Barbate año y medio, otros dos y medio en el Portuense con Domingo Javier Alvarado y Enrique Montero de entrenadores, en el Conil y se retiró en el Bazán ambos durante una temporada.

No termina ahí la saga de los Mendi pues el hijo de Andrés, de mismo nombre y al que llamaremos Mendi IV jugó en el juvenil del CD San Fernando pero dejó el fútbol para continuar sus estudios. Él es de momento el último futbolista de la familia y quien sabe si no será el último porque lo cierto es que el fútbol corre por las venas de los Flores. No faltaron nunca ofertas para mejorar a ninguno de los tres Mendi que se han dedicado al fútbol de forma más continua. Mendi I pudo firmar en su día por la Roma tras ser visto en un trofeo de verano jugando en el Málaga, también pudo ir al Atlético de Madrid pero en ningún caso se pudo concretar el traspaso. Mendi II lo tenía hecho con el Xerez antes de que Juan Antonio fichara por los de Domecq. Otros equipos que llamaron a la puerta de Andrés fueron el Albacete Balompié, el Murcia, el Ceuta o el Valencia siendo juvenil. Alfonso por su parte pudo ir a la Balona de Baby jugando en el Barbate pero el club jandeño no se lo permitió y cuando pudo ir al Cacereño prefirió aceptar un trabajo a arriesgarse. Al igual que su hermano al acabar su carrera de futbolista consiguió continuar trabajando en el Patronato de Deportes aunque ahora se encuentra en litigios con el mismo.



Hemos resaltado la campechanía de los dos hermanos Flores, también los que lo conocieron resaltan lo mismo del padre. En el caso del mayor de ellos te habla como si te conociera de toda la vida, lo cual es de agradecer. Andrés es muy extrovertido y con mucho carácter como lo era en su fútbol en el que destacaba por su brío y su entrega total. Mendi II a pesar de ello no fue un jugador exento de técnica. Por su pasado de delantero gustaba de internarse en ataque y probar fortuna con centros en los que buscaba a sus delanteros. Recuerdan ambos hermanos que Andrés marcó un gol al equipo cordobés del Santaella desde aproximadamente centro del campo aprovechando el efecto del levante pues Luis Periñán que bien conocía lo que podía hacer en ese fondo el viento le había aconsejado muchas veces. Alfonso por su parte es más tranquilo e incluso admite que ni siquiera guarda el recorte de periódico del partido en el que jugando con el Bazán marcó seis goles. Mendi III jugó de delantero como su padre y era más técnico que su hermano y bastante rápido, tenía gol y quizás con un poco más de continuidad hubiera llegado más lejos pero tenemos que tener en cuenta que tuvo la competencia de Pablo de Diego, Juanito y el puertorrealeño Carrasco en el ataque azulino.

Mendi II se recuerda a sí mismo como un padre para los demás jugadores, en especial para los más jóvenes, bastante bromista también y sobre esto nos recuerda como cuando llegaba un futbolista que venía a hacer el servicio militar se hacía pasar por el médico del club y le hacía una novatada. Les preguntamos a ambos sobre cuáles eran los mejores jugadores que han visto en el San Fernando y ambos coincidieron en decir los nombres de Antonio da Silva y Juan Abad , dos jugadores con una calidad tremenda pero quizás sin la capacidad de sacrifico suficiente para triunfar. Sobre los futbolistas de hoy preguntado sobre cuáles se pueden parecer a él, salvando las distancias, nos dice que se ve parecido a Sergio Ramos por su fuerza y su forma de subir al ataque, también a Puyol en el aspecto defensivo. Sin duda Mendi fue un defensa temido por los atacantes contrarios pues todos conocían su forma de emplearse con dureza pero con nobleza y los mejores delanteros de la zona como Julio Cabello o Pedro Pajuelo han tenido que sufrir sus marcajes. Según nos cuenta el pequeño chiclanero Javi Vallejo , que más tarde vestiría los colores azulinos, decía que cuando sabía que le iba a marcar Mendi no dormía la noche anterior. Andrés considera a Manolo Castro su padrino y a Luis Periñán como un padre.

Llegados casi al final del reportaje es obligada la pregunta a ambos hermanos sobre su relación con el San Fernando y como intuíamos ésta es distante. No obstante Mendi junto a Pablo de Diego es promotor de la idea de la asociación de veteranos del CD San Fernando a la que también pertenece Oncho . Nos cuentan que la idea de la asociación es recordar viejos tiempos y nos dicen que sería ideal que la asociación pudiera colaborar con el club e integrarse en él algo que esperamos que se produzca algún día pues el San Fernando necesita de sus ex jugadores y estos del San Fernando. Esta es la realidad actual de dos ex jugadores del San Fernando cuya vida está ligada al CD San Fernando desde el momento en que su padre vino un día a jugar en él. Muchos recordamos con agrado la presencia de los dos Mendi hijos por nuestro club. Esperemos que algún día la saga continúe…

domingo, 26 de abril de 2009

Guillermo, uno de los últimos supervivientes

"El San Fernando era parte importante de la ciudad”
ANTONIO GUTIÉRREZ / ANTONIO MARÍN / ANDRÉS GARCÍA CHICLANA Comenzamos con este reportaje una serie que vamos a dedicar en adelante a ex jugadores del CD San Fernando de diferentes épocas para repasar su pasado y presente y en especial su vinculación al equipo azulino .

El primer jugador que hemos elegido es Guillermo, uno de los pocos supervivientes que van quedando de aquel CD San Fernando que jugó la primera temporada en Segunda División. No deja de ser una persona peculiar pues nacido en Cádiz el 4 de diciembre de 1930 Guillermo Dellepiane Narváez fue ciudadano italiano hasta 1975, año en que pasó a ser español, por lo tanto es uno de los extranjeros que han jugado en nuestro club. Una historia más para unir al particular anecdotario de color azulino. Retirado hoy en día de la profesión que junto al fútbol ocupó su vida, ingeniero en los Astilleros, ocupa su tiempo enseñando italiano en el Aula de Mayores de la Universidad de Cádiz.
Quedamos con él en el estadio actual del CD San Fernando, muy alejado en tiempo y forma de aquella pradera en la que nuestro protagonista defendiera la camiseta isleña. Guillermo se lamenta del inexorable paso del tiempo y de la juvenil agilidad perdida aunque más bien es la agilidad física la que ha perdido el italo-español pues de su mente empiezan a brotar como un torrente recuerdos, nombres y vivencias.

Otra peculiaridad de este ex jugador es que a la pregunta sobre cuales son sus recuerdos sobre el San Fernando nos sorprende diciendo que el CD San Fernando es uno de los equipos de su vida a pesar de que solo estuvo dos años aquí. Sus comienzos fueron en el Levante de Cádiz, equipo en el que empezó jugando con dieciséis años en Tercera Regional , de allí fue al Hércules Gaditano donde estuvo dos temporadas y parte de otra, y aquí viene otra curiosidad pues el color azul es predominante en su carrera ya que casualmente el equipo gaditano vestía con los mismos colores que el CD San Fernando y que la UD Lérida donde más tarde jugaría.

Guillermo se confiesa herculista y azulino pero también jugó en el primer equipo de su localidad natal, el Cádiz CF que lo fichó empezada la temporada 50/51 para jugar en Tercera. Su paso por el club amarillo sería efímero pues a la temporada siguiente un equipo de Primera, el Lérida, llama a su puerta y tiene la oportunidad de jugar a orillas del Segre. Durante los dos años siguientes, allí se curte como portero y vuelve a Andalucía para jugar en el Sevilla FC donde tropieza con la alargada sombra de Busto y sobre todo con Helenio Herrera con el que tiene diferencias, y ahí va otra peculiaridad de nuestro personaje pues Guillermo era un portero a la italiana ya que jugaba más adelantado de lo normal lo cual chocaba con la mentalidad del entrenador argentino . Por lo tanto tiene que buscarse la oportunidad de jugar y rechazando una oferta del Celta de Vigo llega cedido al CD San Fernando con Ángel Baleato de presidente y Antonio Molinos en el banquillo.


Compartía la portería con Camacho y el canario Víctor y tenía como compañeros a gente como Jiménez, Maluenda, Diego Lucas, Lora, Devesa, Luis Periñán, Ayala, Devesa, Genil o Uribarren a los que recuerda e incluso se sorprende de que algunos como Jiménez o Uribarren todavía sigan dando guerra –ya se sabe los viejos rockeros nunca mueren -. En la segunda temporada como jugador del San Fernando una lesión le apartó de la titularidad y aprovechó para terminar las dos asignaturas que le quedaban para obtener la titulación de ingeniero. Al término de la misma el Celta quiso ficharlo de nuevo pero sopesando vivir del fútbol o ejercer la profesión para la que se formó se decidió por lo más práctico aunque reconoce que “hoy en día no me lo hubiera pensado con los sueldos que se pagan en el fútbol”. Termina aquí su etapa como jugador de fútbol y comienza a navegar. Años más tarde jugaría algo más pero solo para matar el gusanillo en equipos como el Barbate o el Victoria del Puerto de Santa María.
Le preguntamos por sus características como futbolista y se autodefinió como un portero intuitivo que jugaba con la inteligencia de anticiparse a la jugada, tal y como él mismo repite: "si un portero no es inteligente que se vaya a vender pirulines". En su tiempo su juego era polémico aunque hoy en día hubiera tenido más éxito con la importancia que tiene un portero que sepa jugar adelantado en el fútbol de hoy. Eso le valió los problemas comentados con Helenio Herrera y la incomprensión por parte de muchos. Y es que los entrenadores de la época eran duros como el propio Herrera o Max Merkel en el Sevilla y Antonio Molinos en el San Fernando. Con la ventaja que da el poder mirar atrás Guillermo comenta que en su momento el portero del Málaga, López, jugaba con el mismo estilo y que el tiempo le ha dado la razón. Otra de sus cualidades era la valentía pues dotado de una altura considerable salía de puños con decisión en cualquier balón aéreo que rondara su área. Su ejemplo a seguir era Manolo Bueno, el padre de Manolín Bueno.
Precisamente le preguntamos sobre las diferencias entre el fútbol que él vivió y el actual y nos resalta que la técnica que tenían los jugadores antes era mucho mejor que la actual y además había mucha más creatividad ya que hoy los futbolistas están mucho más atados por el sistema. De la misma manera opina sobre cómo se vivía el fútbol en La Isla en aquel entonces a diferencia de hoy “el domingo que el San Fernando jugaba era como un día de fiesta en la ciudad” , acentúa que ese día se notaba que jugaba el equipo desde primeras horas de la mañana por el gran ambiente que rodeaba al fútbol, “el San Fernando era parte importante de la ciudad”.


Entre sus recuerdos se queda con las personas que ha conocido y el haber sido parte de la historia del fútbol. Nos dice que mantiene una gran amistad desde que coincidieran en el Lérida con el italiano Sergio del Pinto que llegó en su día al equipo catalán procedente de la Lazio, también recuerda a Mario Durán jugador ilerdense que se casó con una artista famosa y en el Sevilla mantiene contacto frecuente con Juan Arza y recuerda la amistad de Manolo Doménech, de Pepillo con quien compartió pensión, Antonio Valero o Campanal , del San Fernando recuerda con cariño la amistad con Jiménez, Devesa, Luis Periñán, Genil –futbolista al que admiraba mucho- o Eduardo Ayala. Ciertamente uno tiene la impresión al oír hablar a los futbolistas de esa época de que en aquellos años las amistades entre los hombres de fútbol eran más fuertes que ahora en que parecen primar otros intereses.

Preguntado sobre si tiene contacto con el San Fernando resuena la cantinela que parece ser común entre la mayoría de los ex del club de La Isla y es que este es nulo, si bien Guillermo se ha ofrecido recientemente a entrenar gratis a los porteros del San Fernando. Sí en cambio sigue teniendo contacto con el Sevilla siendo miembro de la asociación de ex futbolistas del club nervionense. Con el fútbol en general tras su etapa de jugador siguió ligado a él como entrenador de fútbol base habiendo sido cinco años delegado provincial del Colegio Andaluz de Entrenadores y profesor de metodología de la escuela de entrenadores. Además durante un tiempo fue comentarista en los partidos del Cádiz en la COPE así como participante en la tertulia cadista . Como vemos, nuestro hombre tiene una relación intensa con el fútbol pese a abandonar relativamente temprano la práctica profesional, relación que sigue presente en su vida pues Guillermo casado con tres hijas y un hijo en quien ve una posible continuidad en él, ya que juega como portero en el Ciudad de Cádiz cadete de último año, y le gustaría que iniciase el próximo año su etapa de juvenil en un equipo de La Isla .

Por último Guillermo nos relató alguna anécdota relacionada con el San Fernando y nos comentó que el San Fernando era un equipo extraordinario en aquella época, que practicaba un fútbol bonito y que era muy difícil de batir especialmente en Madariaga. En una de las dos temporadas que jugó de azulino se enfrentaron al Betis que tenía un equipo muy potente con gente como Vilariño, Peñafuerte, Gabilondo, Marcos Martín, Sabino Barinaga o el gran Luis del Sol. Los azulinos temían ser goleados en Villamarín pero les llegaron primas de diversa procedencia y Guillermo ganó solo ese día 1200 pesetas de la época. Al final el resultado fue de cero a cero.
Se hace siempre ameno y corto el tiempo hablando de fútbol y escuchando anécdotas y durante las casi dos horas que departimos con este superviviente del fútbol sentimos la sana envidia de no haber podido vivir aquellos años donde el cemento era algo que solo se intuía en los campos de fútbol y donde, a falta de otras emociones, el deporte del balón se vivía de una forma especial. Nosotros, el CD San Fernando, formamos parte de aquello, convendría no olvidarse de lo grandes que fuimos y siempre que tengamos la oportunidad de mantener todo este legado se lo haremos llegar a las nuevas generaciones.