sábado, 19 de marzo de 2011

FERNÁNDEZ: VIAJE DE IDA Y VUELTA.

De Bilbao a La Isla y viceversa.



ANTONIO GUTIÉRREZ.
Cuando José Antonio Fernández Blanco jugaba al fútbol en el Larramendi alternándolo con un trabajo probablemente no imaginaba que hoy con setenta años viviría en un rincón del sur. Las vueltas que da la vida le han traído de nuevo a La Isla para convertirse en un vecino más.




Nos citamos con él en un lugar muy isleño y azulino como La Mallorquina con una foto de una formación antigua del San Fernando no muy lejos de nuestra mesa.


Como hemos dicho Fernández empezó jugando en el Larramendi un equipo de barrio y quizás sin muchas pretensiones al principio. Por esa época el Athletic de Bilbao estaba siempre atento a cualquier jugador que despuntara en la zona, los que no iban al Athletic terminaban en otros equipos como el Barakaldo o el Indautxu. Tuvo mala suerte Fernández pues coincidió en el tiempo con Iríbar que jugaba en el Baskonia, el Chopo fue al Athletic y Fernández terminó en el Barakaldo. Sus buenas actuaciones en el Larramendi hicieron que pudiera recalar en el equipo fabril, concretamente jugó en aquel equipo desde la temporada 55-56 hasta la 58-59 en la que ya en el primer equipo ascendió a Tercera. En esa época formó parte de la selección juvenil vizcaína, no sería la última vez que sería seleccionado como veremos más adelante.

Con el Barakaldo Fernández pasó a jugar en Segunda División grupo norte (recordemos que en aquella época formaban la categoría dos grupos). Estamos en la temporada 59-60 en la que nuestro hombre jugará en el histórico equipo gualdinegro compartiendo vestuario con fubolistas como Zamakona, Zorriketa, Torres, Plácido, Urrutxurtu, Eraña, Bolinaga o Mentxaka. Un año más jugaría en el cuadro barakaldés y su idea sería seguir pero le llegó la obligación que por aquel entonces pesaba sobre todos los chavales de su edad, el servicio militar. Por no hacerlo en Bilbao fue destinado a La Isla. También fue elegido pero en esta ocasión para la selección de Segunda División.

Dos años de mili tuvo que aguantar el joven Fernández y al principio estuvo entrenando con el Rácing Portuense pero sería el San Fernando el que lo ficharía. Fernández nos dijo que el San Fernando hacía una especie de chantaje a los jóvenes y prometedores marineros que llegaban a La Isla pues si no fichaban por el San Fernando no pasaban una mili muy cómoda. En cambio los que jugaban en el equipo azulino eran destinados a la Junta de Deportes donde se les hacía mucho más llevadera. En el amor y en la guerra…

Tres temporadas defendió Fernández la portería isleña teniendo como compañeros en la misma a Barrena que era el comodín en los tres años y sucesivamente a Puche, Sierra y Santana. Serían las últimas temporadas del San Fernando en Segunda, Jiménez, Elorriaga, Mariano, Pepín, Cantón, Petralanda, Herrera, Goñi, Alías o Periñán serían algunos de los jugadores destacados que compartirían vestuario con él. A lo largo de la historia azulina han sido varios los futbolistas foráneos que se han quedado entre nosotros, le pasó a Cantón, también a Pepín, a Cortabitarte o a Trigueros por ejemplo. En la mayoría de casos el motivo principal era que encontraban a una isleña que les obligaba a quedarse en La Isla y eso precisamente fue lo que le pasó a Fernández. Su tiempo futbolístico en azulino terminó pero no el motivo para quedarse a vivir aquí y así ha sido como ha vuelto a vivir en San Fernando.


Fernández abandonó el San Fernando en la temporada 63-64 cuando ésta no había terminado aún para fichar por el Levante pero él mismo nos desveló una anécdota bastante reveladora de cómo continuó en el San Fernando cuando en realidad firmó para dos años, los que duraban su servicio militar. El San Fernando debía jugar una promoción contra el Avilés y para ello quería contar con Fernández pero el Barakaldo tenía que reclamar al jugador antes de la fecha en la que se jugaban esos partidos. Llegados a ese punto el club isleño pidió al vasco que no reclamara al jugador antes de la eliminatoria para que luego pudiera volver a tierras vizcaínas y continuar jugando allí. Pasó la promoción y el acuerdo verbal no fue respetado porque el jugador pasó a ser propiedad del San Fernando. La picaresca se impuso a la buena fe del Barakaldo que se confió demasiado y al volver de vacaciones el futbolista a Bilbao el club vasco le recriminó haberse quedado en el San Fernando cuando él no tuvo la culpa. De hecho Fernández quería volver al Barakaldo donde tenía un trabajo. Así fue como Fernández permaneció una temporada más en el San Fernando.

Cuando todavía no había terminado la temporada 63-64, la del descenso, el portero vasco firma por el Levante estando los azulgrana en Segunda pero ese mismo año van a subir a Primera. El paso del equipo valenciano por la máxima categoría fue fugaz pues ese mismo año bajaría. Allí Fernández fue compañero del también ex azulino Pepín y del ex cadista Victoriero –el club levantinista solía fichar bastante por nuestra zona en esta época- y también del brasileño Wanderley o Marañón. El Levante bajó pero Fernández volvería a Primera sin moverse de la comunidad valenciana. En la temporada 66-67 firmó por el Hércules de Alicante donde compartiría portería con otros dos vascos: Bilbao y Benegas. Lamentablemente el club herculano bajaría también a Segunda, no obstante todo ese periodo fue positivo para él pues sería seleccionado nuevamente pero esta vez para la selección española B de Helenio Herrera. Compartió portería con Miguel Reina el portero del Atlético de Madrid y padre del actual del Liverpool.


De la zona levantina volvió a Andalucía, tras pasar un segundo año en el Hércules en Segunda vuelve a Andalucía para jugar en el Jerez Industrial también en Segunda. Curiosamente en el equipo industrialista también estaría dos años descendiendo en el primero con el ex sevillista Manolo Domenech en el banquillo el primer año y el ex bético Julio Vilariño el segundo. Ese año fue compañero de los ex azulinos Saavedra, Alías y Yeyo, también Demetrio Berenguer.
Ficha en la temporada 70-71 por el Badajoz del que cuenta que era conocido como el Real Madrid de la Tercera (¿os suena esto?). Dos años más como fue su tónica habitual que se rompe al año siguiente cuando fichó por el Portuense. Quizás tenía una deuda con el equipo racinguista por el que no pudo fichar en su día cuando llegó a La Isla. El Portuense estaba en Tercera y había mucha gente conocida, desde el entrenador Diego Mendoza a algunos de los jugadores como los ex azulinos Pedro y Maline, y otros como Lolo (padre del actual racinguista Lolo Prado), Baby, el ex bético Málaga, Soriano o el portero Higinio Obregón. Como decimos aquí se rompió la tónica de estar dos años en cada equipo, que curiosamente solo fue diferente también en el San Fernando. Con 33 años Fernández pasaba sus últimos años como futbolista y ya las dos últimas temporadas fueron en dos equipos distintos: el Zamora y el Béjar Industrial.

En el equipo salmantino José Antonio Fernández puso punto y final a su trayectoria futbolística. Una vez retirado estuvo trabajando en negocios de hostelería hasta su jubilación, todo esto ya de vuelta en Bilbao donde estuvo jugando con los veteranos del Athletic de Bilbao por lo que tuvo contacto con gente como Deusto o Iríbar. Fue matando el gusanillo de esta manera pero no fue el único contacto posterior que tuvo con el fútbol pues también estuvo trabajando como ojeador del Athletic hasta 1980 y se sacó el título de entrenador regional con el que entrenó al Larramendi en Regional Preferente. Dejó de entrenar por el trabajo y “porque no me gustaba estar en medio del campo como un guardia de tráfico dando órdenes”.



Para Fernández el fútbol fue una etapa, luego volvió a Bilbao y por último se jubiló en 2002 y empezó la tercera etapa de su vida, la actual en la que decidieron venirse a vivir a San Fernando. Su pensión no era muy boyante, la vida en el sur es más económica y el clima más agradable. Fernández nos recordaba como en realidad la mayoría de los lugares donde jugó eran sitios de clima suave. Seguramente su mujer también pesaría en su decisión. Tiene a una hija en San Fernando y acaba de ver nacer a una nieta por lo que los Fernández terminarán echando raíces en nuestra ciudad. También tiene otra hija y nietos que viven en Bilbao a donde suele volver en Navidad. Su vida en San Fernando es la de cualquier jubilado que intenta aprovechar los años que le quedan con su familia y disfrutando de su tiempo libre, lo que más le gusta es la playa a la que va todos los días desde que empieza la temporada estival hasta que ésta termina. Tiene su particular cuadrilla y allí disfrutan después de una vida de trabajo. Le gusta la vida alegre y la gente espontánea de nuestra tierra. En nuestro encuentro nos recordaba como al principio de llegar al sur le chocaba el comportamiento de la gente y como a veces alguien le invitaba en un bar sin conocerlo de nada. No tiene mucho contacto con otros ex compañeros que viven en San Fernando, a veces se ha encontrado por la calle con Pepín y sí la tenía con Luis Periñán. A quien más ve es a Pepe Cantón pues casi todos los días pasa a tomar un café y charlar un rato con él en su bar, dice tener muy buena relación con la familia Cantón.

Le preguntamos qué futbolistas de los que tuvo de compañeros en el San Fernando le llamaron más la atención por su calidad y nos habló de Pepín al que como hemos dicho también tuvo de compañero en el Levante, Alías y Mariano del que sin duda todos los que han sido compañeros suyos hablan como si fuera un gran crack. Probablemente si no hubiera sido por su estatura Mariano hubiera triunfado.

Por último quisimos saber cuál era la relación actual de Fernández con el CD San Fernando y nos dijo que no había tal relación, que en todo caso es su mujer la que le recuerda a veces cuando gana. No es ninguna novedad, parece ser que a pesar de haber habido diferentes directivas a lo largo del tiempo hay algo en común en ellas y es que muchos futbolistas se fueron del San Fernando sin reconciliarse con él. Le preguntamos qué tal era su relación con otros equipos donde jugó y nos dijo que el Barakaldo aún le envía cada año la invitación para la comida de los veteranos. Quizás esos pequeños detalles que ahora empieza a trabajar el San Fernando podrían servir para cerrar heridas abiertas entre el club y los que vistieron su camiseta. Será un camino largo y difícil pero quizás algún día el club se reconcilie con todos ellos. Sobre el San Fernando actual nos dijo Fernández que Bahía Sur no le parece un campo adecuado para jugar donde los futbolistas están tan alejados del público, cree que hubiera sido más adecuado hacer un campo de fútbol a la antigua usanza en Bazán. Es otro dato sintomático y normal en una persona que vivió el fútbol antiguo donde el ambiente se vivía mucho más y hasta los jugadores tenían una relación más cercana con los aficionados. No es que Fernández esté divorciado del San Fernando solo sino del fútbol en general, solo ve partidos cuando pone la tele y hay alguno. No está obsesionado con ello y quizás hasta cansado del fútbol moderno tan diferente al que conoció. Así es la vida tranquila y sin estridencias de una persona que decidió volver para convertirse en un isleño más.

Nota: Las fotos son de producción propia la primera, la segunda de http://www.bdfutbol.com/ y la tercera de http://www.palimpalem.com/2/cdsanfernando/ de una foto que está en las dependencias del San Fernando CD.